Da la sensación de que Argentina desciende hacia el abismo por escaleras. En cada descanso hay un hito político que invita a repensar el rumbo. Pero como si se tratara de una caminata en un pasillo angosto y oscuro, nadie atisba a mirar hacia atrás y recalcular el rumbo.
Ayer el senado aprobó el proyecto de ley de Bases con modificaciones en calidad de Cámara Revisora. Pero al tratarse de una mayoría de la mitad más uno de los presentes, basta esa misma mayoría para que la Camara de Origen pueda insistir en el proyecto originario. Con una salvedad: el artículo que eliminaba el estatuto del viajante fue retirado de la ley con mayoría de dos tercios.
Las hábiles negociaciones del gobierno nacional permitieron intercambiar cosas por votos. Hubo intercambios políticos que responden a la lógica del juego de poder entre nación y provincias. Es decir, negociaciones con gobernadores para que sus Senadores voten el proyecto. Pero también hubo casos límites como el de la Senadora Crexell que aparentemente modificó su voto a cambio de una posición de embajadora ante UNESCO en Paris.
Hay riesgo de que esas promesas se conviertan en espejitos de colores. Sobretodo los intercambios en término de modificaciones a la ley. ¿A quién le tranquiliza la conciencia la falsa sensación de seguridad que se expresa en la modificación de la ley?
Es claro que las reglas permiten ahora otro capitulo de la novela, en el que se harán más feroces las negociaciones con Diputados por parte de la conducción de LLA. Hay riesgo que de se triplique el articulado aprobado por el Senado.... y que las empresas excluidas de privatizaciones sean incluídas.
En los años 90' se implementaron recetas similares, políticas de desregulación y desguace. Hoy la diferencia es que se va más allá de una simple desregulación y se regula contra la parte débil de la relación laboral, o en desmedro del erario público cuando se otorgan exenciones en el capitulo del RIGI, que también cede soberanía al traspasar la jurisdicción de los conflictos al CIADI. Y que también pone el interés del uso de los recursos naturales por parte de las empresas incluidas en el régimen por sobre las necesidades de las comunidades.
No hay que perder de vista que la exitosa contención de la inflación en los años noventa se sostuvo gracias a la eliminación de aranceles que trajo aparejada la destrucción de la industria nacional. Y que las cuentas públicas se sostuvieron gracias al ingreso de dólares por el fruto de las privatizaciones. No vinieron nuevas inversiones. Y todo parece indicar que no vendran ahora tampoco. Y si vinieran el RIGI las exime de liquidar los dólares en el país, por lo que tampoco serviría para incrementar recursos y pagar la Deuda Externa, por ejemplo.
Es muy probable que estas inversiones incrementen nominalmente las cifras de la macroeconomía, pero que no se traduzcan en un bienestar para la población. El combo de urgencia, pobreza, hambre, salarios bajos a nivel internacional - es decir trabajo argentino barato para el mundo -; con flexibilidad laboral, que no es otra cosa que falta de seguridad jurídica laboral., e incluso con modificaciones que van en contra de la Constitución Nacional y de jurisprudencia en el capítulo de reforma laboral... hace que el perfil del país se asemeje más al de los países asiáticos, más especificamente India. Claro que sin los niveles de intercambio comercial internacional de India, ni las relaciones de cooperación, (Organización de Cooperación de Shangai, BRICS+,Ruta de la seda) o la proximidad al país más poblado del mundo.
Incluso, es tan grande el extravío del país en materia de política internacional que poco puede este régimen RIGI y la ley bases promover un clima de inversiones. Se prefirió alineamientos caprichosos que van en contra de la tradición de neutralidad del país, la no intervención y la diplomacia para la paz. En este sentido se denostó a China, un país con el que tenemos una alianza estratégica integral y es de los principales destinos de nuestras exportaciones. A demás se intervino en su política interna al juzgar su régimen de gobierno, sin embargo China no pagó con la misma moneda y tan solo pidió que el Presidente se rectifique, un gesto. A cambio del gesto de la renovación del SWAP que también fue promovido por el FMI. Y es que China ahora juega dentro de los organismos internacionales y a pesar de que EEUU incremente sus aranceles en contravención a las normativas de la OMC, con china sostiene una relación comercial difícil de reemplazar.
En un mundo donde se reconfigura la globalización, una reglobalizacón con China a la cabeza, en el que también aparecen nuevos regionalismos, pero que no llegan a cambiar el mapa del poder mundial que se polariza, la cooperación es un mandato.
Es impensado solucionar los problemas internos del país como la pobreza, el hambre, los bajos índices de desempeño escolar, remediar el medioambiente, tener una economía sostenible, incluir, no discriminar y garantizar los derechos humanos, entre otros... es impensado solucionarlos si se niega la cooperación internacional y la importancia de la Agenda 2030, a la que milei califica de Comunista o Capricho de izquierda.
¿Qué pasará cuando los problemas sociales desborden la capacidad de acción de las políticas del Gobierno de Javier Milei? Sin duda los ciudadanos golpearan las puertas más cercanas, las de sus municipios y provincias. A quienes las agendas del nuevo municipalismo y los problemas del regionalismo irrealizado van demandar soluciones sin el correlativo traspaso de recursos. Más aún, encontraran a las administraciones locales en pleno ajuste para estar en sintonía con la política nacional.
La efectividad del gobierno de Milei es escasa en términos de productividad, pero es alta en términos de "La Agenda de Javier Milei". Eso por ahora da un resultado positivo en términos de gobernabilidad porque seduce a la ciudadanía y hace mella en la opinión pública. Pero es falso creer que los clivajes modernos de la política argentina desaparecerán. La argentina es Bipolar, Pendular, y hay algo en ella que se resiste a morir: el peronismo. Que además de su productividad en términos de discurso, identidades, política pública, y nacionalismo... se materializa en un clivaje muy criollo, muy nuestro.
"La agenda de Javier Milei" se impone sobre la agenda gubernamental y a veces se confunde, porque hace sus viajes personales en calidad de presidente y con fondos públicos. Es un momento seductor que lo encuentra como la novedad política, la noticia, y el se piensa revolucionario (con ideas que nada tienen de novedad). Lo novedoso es la oportunidad que le dió el pueblo argentino y su habilidad para catalizar el hartazgo.
Pero ese hartazgo, lejos de erradicarse con la ley bases y el lento descenso por escaleras, se convierte en agonía. 55% de la población es pobre. Uno de cada dos niños es pobre. Muchas personas se saltean una comida en el día o más.
La sanción de la ley bases le da a Milei la previsibilidad de la continuidad de su régimen, instaurado en el DNU 70/2023. Sospecho que poco va a cambiar la realidad del país con ella. Está claro que Milei gobierna en nombre de una utopía anarco capitalista y no en favor de las mayorías de la población. ¿Qué pasara cuando el sueño se torne pesadilla? No podrá recurrir a los gobernadores porque los ha vapuleado, y los gobernadores tienen memoria, al igual que el pueblo. ¿A quién recurrirán los gobernadores?
El corolario de todo esto es una "nueva" forma de hacer política, mercantilizada, donde todo es transacción y no importan las lógicas de los símbolos o los valores o la solidaridad o la justicia social que es un principio constitucional para el desarrollo. Al menos no importan en la mente de Javier Milei.
Vamos bajando por escaleras, en la oscuridad, sin una antorcha, y el fondo queda lejos (si no nos caemos antes)... que nadie se asuste cuando no quede otra que volver a subir.
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