Es sabido que para que una buena idea triunfe hace falta de un gran equipo para realizarla. Se llega más lejos acompañado, como menta el proverbio. Pensar a la política como proyecto implica comprender que, aunque se piense en un trayecto personal, el campo de acción es colectivo. Se trata del mundo de la interacción entre personas. De la acción colectiva. La política como proyecto, puede ser entonces un proyecto “privado” o del ámbito de la micropolítica. O puede ser, en cambio, un proyecto que tiene arraigo en el mercado o la comunidad, que impacta a la sociedad, que involucra a la ciudadanía, o que moviliza al pueblo. Pensar en un proyecto político es pensar en un esfuerzo organizado, para lograr un objetivo específico, en un tiempo preciso y de acuerdo a un presupuesto acotado. Depende en que actor nos posicionemos vamos a tener diferentes tipos de proyectos. Si partimos de las empresas (ya sean con fines de lucro o sean empresas coopeerativas), o las organizaciones sociales comun
Del subsuelo sublevado a la cima.