¿Cuál es el norte para los que aún creemos que un país mejor es posible, pero que nada tiene que ver con las políticas que propone Milei?
¿Dónde nos refugiaremos los que no tenemos una militancia orgánica, los que simplemente pensamos?
¿Por qué sigue siendo políticamente correcto decir que si al que gobierna le va bien al pueblo le irá bien, cuando sabemos que es una falacia? En toda política hay ganadores y perdedores. Y en el plan que propone Milei, los perdedores somos los ciudadanos comunes.
Más allá de la diferencia, tenemos una base común. Democrática. Las políticas, ¿Podrían ser distintas? Sí. ¿Cuáles deberían ser en los tiempos que corren? Debemos pensar más en esta pregunta. Esta es la tarea, para el presente y el futuro.
Conservar las convicciones, reafirmarlas con formación, probarlas con pensamiento crítico, ponerlas en práctica con sentimiento y razón. Dialogar más. Contribuir a la discusión pública. Profundizar la democracia.
Comentarios
Publicar un comentario