Embanderados con la fe de la gobernabilidad pero para defender cuestiones coparticipativas, el 30 de marzo se unió la diócesis Peronia. En este sentido, 19 de los 23 apóstoles gobernadores manifestaron un contundente apoyo al Supremo Fernández, pero también una fuerte presión al purgatorio de la Corte Suprema en contra del Obispo Larreta que reclama que le quitaron hostias para repartir al interior de sus feligreses. Pero en otro sentido, la otra diócesis apostólica que ocupa la parte central simplemente se abstuvo de cometer un pecado capital: el de manifestar presión en ese mismo sentido, pues casi la mitad de todos los creyentes argentinos se encuentran concentrados en las tribus de este cuarteto, ergo arriesgarían perder aquellos que son propiedad del Obispo, debilitando así la disputa por el cónclave del 2023 y que hoy ocupa el centro del conflicto.
Peronia unida reclamó salvaguardar la democracia de la caja de hostias, pero no toda Peronia respeta el santo matrimonio, y algunos tienen relaciones promiscuas con los vecinos del centro del país, pues 10 días después sólo 12 de estos apóstoles manifestaron su disconformidad con las políticas de fe llevadas por Alberto. Nadie se atreve a negar ni la caída del salario real de sus feligreses como tampoco la diabólica inflación que el actual Supremo tampoco puede controlar. En este sentido con buena caridad somos todos fieles creyentes pero en su ausencia nunca faltarán pecados capitales que señalar. Tal es así que estos apóstoles provinciales al ser casi todos dependientes de la caja de hostias, se reunieron en un grupo de autoayuda catequista para clamar un freno a tanto oído sordo de los mandamientos que su propia Fe les ordena profesar.
Los 12 apóstoles autoconvocados catequistas le recuerdan al Señor; también nuevo papá de Francisco; sus propias palabras “a los del medio los vomito” observándole que si continúa por este sendero floral indefinido terminará perdido no sólo él en el infierno, sino arrastrará también al abismo a toda Peronia; Axel; Máximo; La Virgen María que parió al FDT; y hasta Masa, por nombrar las vertientes religiosas más importantes. En otros términos hunde a “Todos” al infierno y no habrá salvación ni resurrección para “Ninguno” en 2023, si no cambia urgente el sendero. Una soga los une a “Todos” que precisamente los tira hacia abajo y al “Todos” lo hunde uno solo. Los 12 apóstoles ven que el principal funcionario que no funciona es el Señor que hace de presidente.
El reclamo al Supremo es que precisamente “no todo lo ve”, tampoco “todo lo escucha” pues los 12 apóstoles tribales tienen ante sus propios Monaguillos; que son los intendentes catequistas; la responsabilidad de frenar las demandas de sus fieles a los que se le suman la ola de trabajadores pobres convertidos en nuevos agnósticos. En este sentido ante el abismo del infierno profetizado en las intermedias de 2021, los Monaguillos ya habían observado; transmitido y advertido a sus apóstoles la huida de sus propios fieles a la cultura del paganismo electoral que redefine la religión hacia un nuevo sentido de este ejercicio: La Casta. Es por esto que tampoco alcanzó el Apóstol tucumano convertido en ángel por el Señor, pues los hizo levantarse más temprano pero no le alcanzó para madrugarlos.
En otro sentido, la otra diócesis de Chetoslovaquia, espera paciente y sin interrumpir al Señor que “no todo lo ve” y tampoco “no todo lo escucha”, pues les permite captar aquellos que siguen siendo creyentes, pero que dubitativamente buscan a cuál Fe comulgar.
Por tanto los 12 apóstoles de Peronia aprovecharon que este Señor “no todo lo ve”, y se reunieron en soledad para diseñar cómo elevarían al unísono sus plegarias para que el Señor comience a oír lo que no escucha:
“Oh Señor nos vemos próximos al abismo, deberemos ordenar nuestras misas y cónclaves en fechas anteriores a las tuyas, te rogamos oh Señor que escuches más consejos de nuestra madre, ella siempre menciona que nuestra Fe es posible sólo por una Santísima Trinidad, por lo tanto te rogamos oh Señor, que reemplaces estos ángeles de la guarda que no nos cuidan por arcángeles que sí funcionen, haciendo participar de las decisiones a Toda la Trinidad, oh Señor…”
Arturo L. Lobos
Politólogo
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