El orden social global, no cierra.
¿Qué sentido tiene globalizar? La globalización como proceso complejo puede ser entendida desde muchas aristas, la predominante es la que la interpreta en torno al desarrollo del capital global (trasnacionalizado), la economía corporativa y la creación de organismos supraestatales o intergubernamentales. La centralidad del Estado en los enfoques sociologicos de los estudios de la globalización han dejado de lado otros procesos que pueden ser reputados como de globalización (S.Sassen) que no pasan por el prisma del Estado como actor protagonista central de las relaciones internacionales. Sino que tienen como protagonistas a otros actores como lo son los niveles inferiores de gobiernos, o las organizaciones no gubernamentales y redes de activistas, incluidas las agencias de pensamiento e incidencia política promovidas por los partidos internacionalizados. El ejemplo es la red de ACEPs del Partido Socialdemócrata Alemana a través de su fundación Konrad Adenauer. También existen otros procesos que se enmarcan en un sentido alternativo de globalización, y que son los que hacen a la glocalización o la intstalación de procesos globales en el ámbito nacional. Y los procesos de desnacionalización, como aquellos en los que el capital se desterritorializa para convertirse en un flujo global. La economía capitalista global, en su estadío actual, se caracteriza por permitir la libre circulación de mercancías y de capitales, pero mantiene la restricción respecto de la libre circulación del factor trabajo (D.Harvey). El sistema capitalista actual se encontraba muy delicado en el contexto de emergencia del covid-19 y el actor central al que podría reputársele la capacidad de atenuar la crisis es China, sin embargo, su modo de proceder para contener la expanción del virus no es concordante con los valores occidentales y ha hecho fuerza de una gran capacidad de intromisión en las libertades y ha hecho ejercicio de la seguridad fuertemente. El virus es descubierto en la ciudad de Wuhan y contenido con éxito en la provincia en que se encuentra por el gobierno de Xi. Según Harvey, se esperaba que fuera una situación similar a la ocurrida con la epidemia de SARS que poco afectó al sistema capitalista, sin embargo más pronto que tarde comenzaron a cortarse las cadenas de suministro globales de la ciudad afectando a grandes empresas multinacionales. Saskia Sassen expresa que las ciudades son un territorio estratégico para el enclave de los negocios internacionales, puesto que incluso los procesos de negocio del capital financiero requieren de soporte físico y del involucramiento de trabajadores no calificados que están muchas veces ocultos tras el velo del éxito de una clase de trabajadores internacionalizada y muy especializada. Estas nuevas clases trabajadoras empobrecidas comparten el espacio de la ciudad con los más beneficiados de los enclaves capitalistas en el caso de las ciudades globales. Estas ciudades incluso llegan a internacionalizar territorios para aceitar los procesos de intercambio y comercialización propios del sistema económico global. Que parecería estar sostenido por las meras actividades de estas grandes corporaciones, aunque como ya fue expresado también requieren de la explotación subsidiaria de otro tipo de trabajadores auxiliares sin los cuales sus operaciones no serían posibles. La emergencia del covid-19 y las necesarias medidas de contención adoptadas por los sistemas de salud han hecho tambalear a gran parte de la economía tradicional, pero han favorecido el enriquecimiento de las empresas de desarrollos digitales, lo que Harvey llama la oferta del atracón del tipo Netflix. Sin embargo, no se puede hablar de procesos de globalización económica sin hacer mención a la globalización de las telecomunicaciones y de las redes sociales digitales. Que dadas las medidas de aislamiento como prevención de contagios, adquiriéron más popularidad de la que ya tenían. Estas empresas se encuentran incluidas en la dinámica de la economía de la atención cuyo mercado fue global, y se expandió con los desarrollos tecnológicos y la proliferación de las telecomunicaciones alrededor del planeta. En este modelo de economía, donde las plataformas son de acceso gratuito el verdadero bien de cambio es la atención del usuario, que luego es comercializada a través de campañas publiciitarias o de incidencia política. Es un verdadero laboratorio de ciencia social conductista a gran escala donde se conducen experimentos globales. El ejemplo es el caso de Facebook y Cambridge analítica. Estas empresas se dedican a minar “scrolling eye balls” y a generar un espacio de conectividad que no reconoce fronteras territoriales, de alguna manera desnacionaliza (en los términos de Sassen) esterotipos y bienes culturales. También, de otra manera, glocaliza estos procesos en los centro de operaciones de Silicon Valley, donde se acumulan los datos y se diseñan al detalle los algoritmos de la realidad que verá cada persona a traves de su pantalla al conectarse a la red social digital. Entonces hay una distorsion de las percepciones de lo común, la comunidad (J.L. Nancy) se ve desbordada y desarticulada, o mejor dicho rearticulada en función de aquellos procesos globalizados de comunicaciónes. El uso de este tipo de herramientas se ha intensificado en la pandemia, e involucra desde herramientas que son utilizadas en campañas políticas como es el caso de TikTok y Trump en las presidenciales de estados unidos, o en procesos más pedestres como la telemedicina. Pensar en lo global, es inevitablemente pensar en élites que ocupan o no los estados, o que gozan de gran influencia social, que actúan modelando e imponiendo restricciones a los Estados y los gobiernos. Harvey menciona que la mentalidad de esta nueva clase de trabajadores subsidiarios de las corporaciones es la mentalidad de un buen neoliberal. Pero sostiene que aún así, es movilizador el presente y hay algo que “no cierra”. Como todo orden político, el orden social global, no cierra.
Bibliografía.
Harvey, David. 2020. “Política anticapitalista en tiempos de coronavirus”, pp. 79 y ss. Sopa de Wuhan. ASPO.
Sassen, Saskia. Una sociología de la globalización. Análisis político nº 61, Bogotá, septiembre-diciembre, 2007: págs. 3-27
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