El problema de la desigualdad es un topico central en los estudios sociologicos y tiene relevancia para la sociología política en tanto que cuando se especifica, adquiere dimensiones políticas que son relevantes para diferentes tipos de análisis.
El eje central del cuestionamiento de la sociología política sobre la(s) desigualdead(es) se ha realizado desde diferentes vertientes, entre las que predominaron aquellas que asumen la presencia de un sujeto. Al cuál la cultura, la familia, el Estado y otras instituciones (como el mercado) y las mediaciones como la ciudadanía, que es el fundamento y (hoy) referente del Estado, lo han supuesto situado y lo cosifican en diferentes conformaciones.
Kesler afirma que la pregunta por la que hay que comenzar a analizar el tema de las desigualdades es la siguiente: “¿Desigualdad de que?”. Y plantea que las dos posiciones a dirimir en el debate son las propuestas por Dubet como lo opuesto a la desigualdad: la igualdad de posiciones, que es condición material de la igualdad, y la igualdad de oportunidades que es condición de posibilidad de la igualdad.
En la actualidad los sujetos ya no se encuentran constituidos con la solidez de la modernidad, sí, sin embargo cosificados, en consumidores o ocupando diversos roles sociales.
Aquí la pregunta por la desigualdad cobra relevancia: ¿Se sigue tratando de una lógica diferencial en la que diversas categorías distribuyen atributos a individuos: género, nacionalidad, ciudadanía, derechos, etc.? ¿O se trata del sujeto ya no es tal y no podemos sino hablar de entes sociables en relaciones de inter- acción y es la lógica de la acción la que distribuye los elementos categoriales entre los entes sociales (ciudadanos, sujetos, identidades)?
La categoría más relevante para la sociología política en términos de desigualdad, entendida en un sentido equivalencial, es la ciudadanía. Pero la ciudadanía al igual que los problemas públicos se construye.
Kesler señala que los problemas públicos están estructurados al rededor de cuatro elementos que hacen referencia a :1. Una construcción problemática de un consenso. 2. La racionalidad técnica. 3. La racionalidad burocrática. 4 información dotada de sentido.
Estos problemas son públicos porque ocurren en espacios públicos que según Rabotnikof tienen lugar en la actualidad en un “horizonte post-neoliberal” donde vuelve a cobrar relevancia la noción de proyecto, la dimensión temporal del futuro, y la ampliación del espacio público más allá de lo social y deja abierto el interrogante por el rol de la política en este asunto que será de crucial relevancia.
La operación política de la inversión lógica propuesta por Dubet al preferir la igualdad de posiciones y establecer que, parafraseando Kessler, siempre que hubo igualdad de posiciones hubo igualdad de oportunidades, es una declaración de principios. Es una pugna que invierte la pertenencia primaria a una categoría general que nos iguala, y la reduce a las especificidades.
Vommaro sostiene que a lo largo de los estudios de ciudadanía en argentina se han recorrido diversos momentos que agrupa en tres posiciones, los estudios preocupados por el retorno y realización democrática: aquí la igualdad de derechos y en términos jurídicos formales con la importancia reconocida por O’Donnell al Estado de Derecho, constituyeron un primer elemento equivalencial que puso en acto lo publico y las diferencia. En esta primera etapa donde el eje estuvo puesto en la ciudadanía y los derechos se abordó el problema de la primera condición de posibilidad para la igualdad.
En una segunda etapa los estudios abordan los nuevos derechos sexuales y de género y sus implicancias para la ciudadanía. Aquí se pone en acto el dilema de Kesler de si son solo algunos, y cuáles de ellos los aspectos de la desigualdad que merecen relevancia.
En una tercera etapa los estudios se avocaron a la participación política, coincidieron con el periodo de la caída del neoliberalismo en la argentina y representan una apertura hacia los planteos de la igualdad de posiciones. Puesto que implican reconocer que los derechos se ganan en la lucha, son conquistas sociales, como sostiene Jelin, en el marco de luchas históricas.
Pero incluso en los estudios sobre la ciudadanía Vommaro señala que hay una diversificación del objeto y una tensión epistemológica entre los enfoques.
Nuevamente vemos la lógica de la diferencia (identitaria, institucional, de posiciones) hacerse añicos.
¿Es necesario un enfoque relacional de la ciudadanía o el espacio público para abordar los problemas de la desigualdad?
Quizá, tomar la punta del ovillo que dejó al descubierto Rabotnikof sea un buen punto de partida y una llamada a enfocar los estudios de la desigualdad desde un enfoque estratégico relacional. Porque así cómo se empieza por la pregunta ¿Desigualdad de qué? se debe necesariamente terminar con la pregunta ¿Igualdad de qué, o de quiénes?
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