"Hay una pasión por saber que sólo se basa en el deseo de ser respetado como una persona docta. Hay otra que nace del anhelo humano natural de conocimiento de todo lo que, esté cerca o lejos, pueda interesarle." J. J. Rousseau
Teóricos de la política, cientistas sociales, periodistas y una vasta cantidad de personas han intentado de aprehender lo inasible, han intentado fijar el sentido del sintagma opinión pública dando lugar a más de cincuenta definiciones.
Elizabeth Noelle Neumann sostiene en La Espiral del Silencio que la gran mayoría de las definiciones existentes al momento (la década del 70) no eran operacionales por lo que procede a redefinir el concepto. Desde una perspectiva conductual toma como punto de partida los experimentos de Solomon Asch, y Stanley Milgram, acerca de la conformidad del individuo a la mayoría y la obediencia a la autoridad. Ambos psicólogos trabajaron experimentos conductuales que permitieron a la politóloga alemana tener insumos para elaborar su teoría y comprobarla empíricamente.
Noelle Neumann sostiene que es el miedo a la sanción, más específicamente el miedo a quedar aislado, una variable clave que permite determinar la inclinación de un individuo a expresar en público su opinión sobre algún asunto determinado.
De manera tal que es opinión pública todo aquello que puede ser dicho sin temor a ser sancionado (sin quedar aislado) en un momento dado.
Su teoría comprobó algunas dinámicas, o procesos de formación de la opinión pública, donde quienes la conforman son quienes pueden efectivamente hacerlo. En ello incide la cantidad de personas dispuestas a hablar públicamente a favor de una determinada posición, y la capacidad del individuo para percibir el clima de opinión, es decir, intuir cuál es la opinión predominante acerca de un determinado asunto en un momento dado. También puso de relieve la existencia de minorías silenciosas que pueden llegar a convertirse en mayorías.
La espiral del silencio es una metáfora para expresar el sentido de estos movimientos de expresión de opinión pública que se llegan a constituir en mayoritarios o hegemónicos.
En su obra hay un reconocimiento expreso hacia la contradicción del hombre moderno, el hombre masa, planteada por Erich Fromm, principalmente entre la dimensión social de la libertad y la necesidad inconsciente de la aceptación como parte de una colectividad.
También recoge la influencia del realismo de Maquiavelo para quien la opinión pública era la imagen que del gobernante tenían los súbditos, imagen en el sentido de ideas y pasiones tomadas en un momento dado. Por lo que la opinión pública no se expresa solamente en palabras sino también en conductas significativas. Por esto es que se desborda la noción Kantiana del uso público de la razón como característico de la opinión pública, pero se mantiene la idea de publificación.
La ventaja de la definición de Noelle Neumann es que, además de ser útil empíricamente, no adelanta conclusiones o valoraciones acerca de a quién pertenecen, si a una mayoría popular (como lo sostuvieron algunos teóricos clásicos) o a una élite económica o si es la simple suma de opiniones colectivas de individuos sobre sus asuntos personales (G.W.F. Hegel). Además se destaca en el concepto la evidencia de la politicidad del mismo, dado que es la interfase entre lo político como dimensión simbólica instituyente y la política instituida, porque parte de los sentidos comunes de los sujetos.
La investigación que comprobó la teoría se realizó a través de encuestas y a lo largo de varios procesos electorales de Alemania, es decir, en un contexto democrático. De manera tal que también recoge las ideas de los teóricos liberales ingleses y franceses, por lo menos como supuestos: el acceso a la información pública, la libertad de expresión y la libertad de reunión.
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