El alto desempeño y la expertise o maestría que algunas personas demuestran en sus áreas son el resultado de una práctica deliberada y sostenida en el tiempo, en la cual el talento no es algo innato sino el resultado de un proceso de desarrollo complejo al que han contribuido más la neuroplasticidad bien aprovechada, un buen maestro experto en el área, horas incontables de dedicación a desarrollar la habilidad, y un buen conjunto de representaciones mentales que fortalecen la practica que así se constituyen en mejores e inician un ciclo virtuoso.
Un gran maestro de ajedrez o un escalador de alto grado, o un profesional experto en su área, tienen en común ese desarrollo de la práctica deliberada. Tanto el ajedrecista como el escalador pueden “ver” más allá de la situación en la que se encuentran y esa habilidad para visualizar, proyectando el cuerpo en movimiento asegurando el agarre de cada presa, las posiciones desde donde clipar, la secuencia del crux… o desarrollando lineas de juego para analizar las distintas variantes, analizar quien lleva la ventaja posicional, los posibles planes del adversario, las celadas, los gambitos, los lances, una ínfima ventaja que será decisiva en un final…
Esa capacidad para crear representaciones mentales es clave en el proceso de aprendizaje y en la practica deliberada. Quienes mejor se desempeñan han acumulado una mayor cantidad de representaciones mentales especificas de su disciplina. La practica deliberada combina la capacidad de ver el bosque con la de ver los arboles en su individualidad, esas representaciones se organizan en patrones que le permiten al sujeto, arrojado al mundo, romper con su posición de supuesto y sujeto a, y devenir maestro.
El lado oscuro de la historia es que no en todas las disciplinas hay desarrollado un conjunto de técnicas de entrenamiento o patrones de conducta que puedan arrojar resultados medibles objetivamente y que permitan desarrollar el proceso de la practica deliberada. También es muy probable que las mejores edades para aprovechar la neuroplasticidad hayan ocurrido cuando nuestra voluntad aún no era madura o dependía de nuestros cuidadores quienes tal vez desconocían la posibilidad de realizar nuestro potencial.
El lado más claro es que cualquiera que lo desee puede recurrir a la practica deliberada para mejorar en su que hacer puesto que en todos los procesos mentales que involucran el desarrollo de habilidades se ven involucradas las representaciones mentales.
Una buena partida de ajedrez, o una salida a la roca con amigos no va a hacernos mejores profesionales pero pueden ayudar a comprender mejor de que va el desarrollo de habilidades y el alto desempeño.
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